UN BUEN PADRE DE FAMILIA

 

5 Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y santificábalos, y levantábase de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado á Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. Job 1:5

En esta parte de las escrituras podemos leer como Job como cabeza del hogar y como sacerdote ora y intercede por sus hijos.

El padre no solamente debe proveer en lo material para el hogar sino mas importante ser un instrumento en las manos de Dios para guiar el hogar en lo espiritual.

En nuestros tiempos modernos vemos que esto no es el caso. Todo se concentra en lo material. Mejor caa, mejor automobil, viviendo para complacer a los demás.

De hecho en muchos hogares ya el padre no está. Es la madre que se ocupa de los hijos y no teniendo tiempo para ellos los hijos se desvian a lo malo.

En la palabra de Dios leemos que el matrimonio es una institución divina; la primera que Dios estableció en la raza humana. Es la unión por toda la vida de un hombre y una mujer, para formar "una sola carne", para la perpetuidad y felicidad de la raza humana (Génesis 1:27-28; Génesis 2:18-24).

El matrimonio es la base y fundamento del hogar, de la familia, de la iglesia, de la sociedad, de la nación, de la raza. El Evangelio confiere a la institución del hogar una santidad especial. Compara el matrimonio con la inefable unión que existe entre Cristo y Su Iglesia (Efesios 5:22-33).

El diablo aborece la institución del matrimonio y así también el hogar. El hace todo lo que esta a su alcance para destruir los matrimonios y a la vez el hogar.

El matrimonio intituido por Dios es una unión por toda la vida de un hombre y una mujer; para formar “una sola carne”. Esto implica que Dios no apoya el divorcio porque esto trata de romper un vinculo que Dios ha establecido. Es como tomar un cuerpo y tratar de cortarlo en dos. Tampoco Dios apoya la unión entre hombre y hombre y mujer y mujer. Esto es una abominación ante los ojos de Dios.Levítoco 18:22. Usted puede leer mas sobre este tema aqui: El Hogar

El enemigo de las almas es aquel que siempre esta trabajando para romper los matrimonios y así también causar muchos problemas y tragedias en el hogar.

Como ya hemos dicho que el hombre es la cabeza del hogar. Esto no fue instituido por el hombre mismo pero por el Dios Todopoderoso. Muchos en nuestros tiempos como el hombre se ha deteriorado tanto en lo moral y social, piensan que las cosas deben de hacerse de otra forma. Dicen: “el mundo se ha modernizado”, “ya no se puede seguir esas reglas antiquadas”. Ect. Pero así como Dios no cambia, lo que el ha establecido tampoco cambia.

El enemigo de las almas siempre ha intentado de cambiar, mudar y tergiversar lo que Dios ha establecido. Y el hombre caído ha seguido sus maquinaciones.

Es triste ver como el mundo sin las bases establecidas por Dios el Creador se ha venido deteriorando y va cada día de mal en peor.

El hombre con su sabiduría terenal ha intentado hacer las cosas conforme sus propios pensamientos e ideas. Pero la Biblia nos dice claramente: “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios. Romanos 1: 21-22

Y “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”. Romanos 1: 28-32.

Y también: “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?”  1Corintios 1:20

En el evangelio de San Mateo capítulo 19 los fariseos se acercaron al Señor con una pregunta sobre el repudio (divorcio) diciendo: “¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?”

La respuesta del Señor fue clara: “¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”

Ellos intentando de justificarse dijeron: “¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?”

La respuesta del Señor fue fulminante: “Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. 9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.”

Aqui el Señor fue claro. Era por la dureza de sus corazones que Moises, y no Dios les permitió dar carta de divorcio.

La iglesia como pueblo de Dios debe mantener las reglas e instrucciones que el Señor ha establecido desde el principio.

El salmista nos lo dice claramente en el Salmo 11: 3: “Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?”

Y también nos dice en Isaías 40:8 como sigue: “Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.”

 

Siendo pues cabeza del hogar, el hombre, tiene que realizar su tarea con mucho amor y dedicación bajo la guianza del Dios Todopoderoso.

Aquí algunos requisitos:

  1. El padre debe ser un buen ejemplo en su servicio a Dios. Josue dijo: “Y si mal os parece servir á Jehová, escogeos hoy á quién sirváis; si á los dioses á quienes siervieron vuestros padres, cuando estuvieron de esotra parte del río, ó á los dioses de los Amorrheos en cuya tierra habitáis: que yo y mi casa serviremos á Jehová.” Josue 24:15

Doy gracias al Señor que el salvó a mi padre. En nuestro hogar el fue el primero que recibió la palabra de salvación. Fue un impacto grande en su vida. Fue el quien invitó a mi madre para ir al servicio a escuchar más sobre el evangelio. Ella a su vez también se entregó al Señor. Y juntos nos guiaron a nosotros como hijos al camino de salvación. No fue facíl pero con mucha oración e intercesión lo lograron. Gloria a Dios.

  1. El padre intercede por sus hijos. “Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y santificábalos, y levantábase de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado á Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días”. Job 1:5

El padre debe ser como un sacerdote en el hogar. Debe vivir de rodillas en oración e intercesión por sus hijos. Si, es facíl hablar, enojarse, castigar y reñir. Pero el camino mas excelente es el camino de la intercesión hacia Dios por su hogar. Allí es cuando el Señor interviene y resuelve los problemas.

  1. El padre se compadece de sus hijos. “Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.” Salmo 103:13
  2. Da instrucciones y consejos a sus hijos.Hijo mío, guarda mis razones, Y encierra contigo mis mandamientos.” Proverbios 7:1

“Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre.” Proverbios 1:8

Oye, hijo mío, y recibe mis razones; Y se te multiplicarán años de vida.” Proverbios 4:10

“Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.” Proverbios 22:6

  1. Cria sus hijos en disciplina y amonestación del Señor. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Efesios 6:4
  2. No irrita a los hijos. “Padres, no irritéis á vuestros hijos, porque no se hagan de poco ánimo.” Colocenses 3:21
  3. Enseña a sus hijos la palabra de Dios. “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: y enseñarlas has á tus hijos, y á los hijos de tus hijos.“ Deuteronomio 4:9

Y las repetirás á tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes:” Deuteronomio 6:7

  1. Debe ser un verdadero proveedor.

“porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.”1 Timoteo 5:8

Siendo responsables delante de Dios de sustentar, proveer y satisfacer todas las necesidades de la familia en general y de cada integrante en particular.

  1. Debe sacar tiempo para sus hijos.

Hoy en día los padres estan tan ocupados con sus trabajos y quehaceres que no tienen tiempo para sus hijos.

Si quieres ser un buen padre de familia, tendrás que reservar tiempo para tus hijos todos los días.

En el Salmo 127:3-5 se lee: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en manos del valiente, así son los hijos tenidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que ha llenado su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hable con los enemigos en la puerta.”

  1. Debe educar con su ejemplo.

Un padre debe comprender que todo aquello que quiera inculcar a su hijo debe pasar por él mismo, haciéndose ejemplo de esa virtud, convirtiéndose en modelo a seguir.

  1. Disciplina a sus hijos con amor y los elógia.

Cuando discipline a sus hijos debe hacerlo porque los ama y quiere que les vaya bien en la vida, no porque se siente decepcionado o enfadado. Disciplinar abarca aconsejar, corregir, educar y castigar cuando sea necesario.

Proverbios 25:11 nos dice: “Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene.”

  1. Ser padre es para siempre.

Ser padre es algo de por vida. No es algo que podamos dejar cuando queramos ni algo que tenga fecha de caducidad cuando, cuando el niño alcanza la mayoría de edad. Quizás nuestros hijos adultos no dependan de nosotros de la misma manera que en su infancia, pero siempre debemos estar disponibles para ellos.