PREPÁRATE PARA VENIR AL ENCUENTRO DE TU DIOS. AMOS 4:12.

Dios es el Creador de los cielos y la tierra.

En el libro de Genesis capítulo 2 y verso 4 nos dice la Biblia: estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos”.

Luego nos dice en el capítulo 1 verso 27, Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió. Y también en el capítulo 2 verso 7 nos dice, formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente.

El hombre fue creado por Dios para que tenga comunión con su Creador, para que le sirva y viva para El.

Lamentablemente el hombre desobedeció a Dios y cayó en pecado. El pecado a su vez trajo la separación del hombre de Dios y así la muerte.

La Biblia nos dice en Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte”. Muerte fisica y muerte eterna en el lago de fuego. Una separación eterna de Dios.

Romanos 3:23 dice:’ Por cuanto todos pecaron, y están distituídos (separados) (alejados) de la gloria de Dios”.

Pero Dios en su grande amor y misericordia preparó un plan de redención.Su plan maximo para salvar al ser humano de la condenación.

Nos dice la Biblia en San Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Si amigo, Dios quiere restaurar esa cominión que el hombre había perdido con El. Es a través de Jesucristo que se restaura esa comunión.

Cristo dijo en San Juan 14:6: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mi”.

Es a traves de Jesucristo que tenemos libre entrada al Padre.

El es el camino, no hay otro.

También nos dice la Biblia que habrá un día donde todos tenemos que comparecer ante el Señor.

La única forma para estar preparado para ese día es entregando tu vida al Señor Jesús, pidiendole perdón por tus pecados y dejando que El venga a vivir en tu corazón. Para que El sea el Rey y Señor de tu vida.

Entrega tu vida hoy mismo al Señor Jesús, aceptalo como tu único y suficiente Salvador personal. Arrepientete de tus pecados y El te perdonará. Así estarás preparado para venir al encuentro con tu Dios.