LA PALABRA DIOS ES POR SIEMPRE.


Algunos dirán que ya que los tiempos han cambiado, ciertos pasajes de la Biblia ya no son relevantes para nuestra época y deben interpretarse para adaptarse a la cultura moderna. Lo que la Biblia enseña claramente se ha distorsionado o adaptado para alinearse con la opinión pública actual. Pedro advirtió sobre aquellos que tuercen las Escrituras "para su propia perdición" (2 Pedro 3:16). Ciertamente vivimos en un mundo de cambios. La agitación y el conflicto global continúan aumentando. Abundan la violencia y la maldad. Los estilos de vida pecaminosos ahora son aceptados e incluso promovidos como normales y buenos.

Pero debemos recordar que nuestro Dios eterno es siempre el mismo. Él dijo en Malaquías 3:6: "Porque yo Jehová no cambio." La verdad revelada en Su Palabra tampoco cambia. Sigue siendo tan relevante para nosotros hoy como siempre, y no debe ser manipulada. "Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos." (Salmo 119:89). "Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre." (1 Pedro 1:24-25).

Las consecuencias del pecado nunca han cambiado. La paga del pecado sigue siendo la muerte (Romanos 6:23). Aquellos que se nieguen a arrepentirse de sus pecados morirán sin salvación y enfrentarán la perdición eterna. Pero alabado sea Dios, Su remedio para el pecado y Su provisión para la salvación tampoco han cambiado. Estos se ofrecen libremente a todos a través de Su Hijo unigénito, "para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna." (Juan 3:16).

En estos tiempos que cambian rápidamente, sirvamos a nuestro Señor resucitado, que es "el mismo ayer, hoy y para siempre" (Hebreos 13:8). Aferrémonos firmemente a Su Palabra inmutable, que es nuestra brújula infalible para mantenernos en el camino de la verdad.
Quien ora por ti,
Pastor Elio Batista.