EL ENOJO

Ciertamente el que exprime la leche, sacará manteca; Y el que recio se suena las narices, sacará sangre: Y el que provoca la ira, causará contienda. Proverbios 30:33

En nuestros tiempos vemos que la gente no tienen paciencia o consideración con los demás. Facilmente se irritan y se enojan. Y en esa ira hacen y dicen cosas que despues les pesan.

La Biblia nos dice: El hombre que se enoja fácilmente es un necio.

"No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios". Eclesiastés 7:9

El enojo produce contienda. "Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla, y el que recio se suena las narices sacará sangre; y el que provoca la ira causará contienda". Proverbios 30:33,

 

Deshágase del enojo rápidamente. "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo". Efesios 4:26-27. No se quede en el enojo. Cuando la persona permanezca largamente en su enojo, el diablo va a tomar control de la situación y de su vida.

Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Santiago 1: 20

Ejemplo: David

En 1 Samuel 25 enontramos un relato sobre la vida de David. Como el en su ira quiso destruir a Nabal y todo lo que tenía. Si no fue por la sabia intervención de Abigail, David hubiese hecho algo que le iba a pesar mucho el resto de su vida. Em el verso 31 nos dice: “Entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, ó que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese pues mi señor, y cuando Jehová hiciere bien á mi señor, acuérdate de tu sierva.”

 

"La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa". Proverbios 19:11

"Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad".  Proverbios 16:32

Vivamos a la altura de la palabra de Dios:

“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados; 2 Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor; 3 Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” Efesios 4: 1-3

“Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.” Efesios 4:32

“Y el Señor enderece vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo.” 2 Tesalonicenses 3:5

Sigamos el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo: “Quien cuando le maldecían no retornaba maldición: cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente” 1 Pedro 2: 23.