SIGUEME
En la palabra de Dios podemos leer que el Señor nunca obliga a nadie a seguirle.
El hace la invitación y somos nosotros quienes tenemos que tomar la decisión para seguirle o no.
Ejemplos:
Leví: “Y pasando Jesús de allí, vió á un hombre que estaba sentado al banco de los públicos tributos, el cual se llamaba Mateo; y dícele: Sígueme. Y se levantó, y le siguió”. Mateo 9:9
Felipe: El siguiente día quiso Jesús ir á Galilea, y halla á Felipe, al cual dijo: Sígueme. Juan 1:43
Pedro y Andrés: “Y andando Jesús junto á la mar de Galilea, vió á dos hermanos, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en la mar; porque eran pescadores. 19 Y díceles: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20 Ellos entonces, dejando luego las redes, le siguieron.Mateo.” 4:18-20
Jacobo y Juan: “21 Y pasando de allí vió otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en el barco con Zebedeo, su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. 22 Y ellos, dejando luego el barco y á su padre, le siguieron”. Mateo 4: 21-22
Estas personas al oir la invitación del Señor Jesús dejaron todo lo que tenían para seguirle. El Señor no les obligó, tampoco les prometió nada en especial, solamente les dijo: Sigueme.
Un día hablando Jesús sobre el engaño de las riquezas y el amor al dinero, Pedro le hizo una pregunta.
“Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros hemos dejado todo, y te hemos seguido: ¿qué pues tendremos?”Mateo 19:27
La respuesta del Señor fue: “De cierto os digo, que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando se sentará el Hijo del hombre en el trono de su gloria, vosotros también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar á las doce tribus de Israel. 29 Y cualquiera que dejare casas, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y heredará la vida eterna”. Versos 28-29.
Dandonos a enetender que para seguir al Señor hemos de estar dispuestos a hacer sacrificios. Hemos de estar dispuestos a tomar desiciones que a veces son difíciles.
En el evangelio según San Juan en el capítulo 6 leemos como sigue: “Pasadas estas cosas, fuése Jesús de la otra parte de la mar de Galilea, que es de Tiberias. 2 Y seguíale grande multitud, porque veían sus señales que hacía en los enfermos. 3 Y subió Jesús á un monte, y se sentó allí con sus discípulos. 4 Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judíos”.
Una gran multitud le seguia. Allí alimentó a a la multitud con cinco panes y 2 pecesillos. El siguiente día la multitud fue en busca del Señor y lo hallaron a la otra parte del lago.
Cuando el Señor vió tal multitud les dijo: “De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis. 27 Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios”.
El Señor les predicó que El es el Pan de Vida que descendió del cielo.
Fue un mensaje que exigía una entrega total al Señor para heredar la vida eterna.
Mas adelante leemos que: “muchos de sus discípulos oyéndo lo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oir? 61 Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza? 62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero? 63 El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida. 64 Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre. 66 Desde esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él”.
El Señor no se asombró de la desición de ellos. Tampoco intentó a detenerlos. Más bien se dirigió a sus discípulos y dijo: “¿Queréis vosotros iros también?”
Más Pedro contestó: “¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente.”
Y en verdad. ¿A quien iremos?
El es el todo. Sin El estamos perdidos. Sin El no podemos nada. Sin El nada somos.
Es verdad que el seguir a Cristo requiere sacrificios. Más al final obtendremos la corona de vida.
Pues amados:
Cuando todo vaya bien; Sigue a Cristo
Cuando hay obstaculos en el camino; Sigue a Cristo
Cuando hay abundancia; Sigue a Crsito
En escases; Sigue a Cristo
En salud; Sigue a Cristo
En enfermedad; Sigue a Cristo
Cualquiera que sea las cincunstancias en su vida, bueno o malo; Sigue a Cristo
Recuerde que El dice: “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: “No temas, yo te ayudo.” Isaías 41:13