Enseña A Tu Familia A Orar La Palabra De Dios

 

    Hace muchos años, se me enseñó como orar la Palabra de Dios y me revolucionó mi vida de oración. Aprendí que el Libro más importante en mi vida es además el manual fundamental de la oración, porque fue escrito por Dios mismo. Nadie en tu familia debiera verse obligado a preguntar, «¿Cómo puedo saber cual sea la voluntad de Dios?» La Biblia siempre nos aclara Su voluntad por medio de la Palabra escrita. Cualquier cosa que el Espíritu Santo nos hace saber siempre estará de acuerdo con la Palabra de Dios revelada. (Y siempre debemos dar por sentado que cualquier cosa que no concuerde con la Palabra de Dios no es de Dios.)

 

    ¡Orando la Palabra libra al pueblo! ¿Acaso no te gustaría que todos los miembros de tu familia pudieran orar con confianza completa y la seguridad de que el Señor Dios Todopoderoso les escuchará y les contestará en cuanto ellos oran las oraciones promovedoras del Reino que están en Su corazón? Orar la Escritura les provee a los que son indecisos para orar en voz alta una herramienta con la cual pueden aprender. Escucharse a su propia voz orando la Palabra de Dios de vuelta a Él hace crecer la confianza en la capacidad de uno de vocalizar oración.

 

    Adelante siguen algunas razones que muestran por qué la Escritura les puede empoderar sus vidas de oración individualmente y comunmente como familia. En cuanto aumentas en comprensión y comienzas a incorporar la Palabra en tus oraciones, orarás con más audacia y eficacia de lo que pudieras haber pensado o imaginado, porque estarás intercediendo dentro de la voluntad buena, placentera y perfecta de Dios (Romanos 12:2).

 

 

 ORAR LA ESCRITURA ES PODEROSO PORQUE: 

  1. Jesús es la Palabra:

 « EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. » (Juan 1:1-2, 14). La Palabra de Dios te llenará tus oraciones con vida – ¡la vida de Jesucristo! 14.Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

 

   2.Es el ejemplo de Jesús:

Jesús fue tentado, tal como todos nosotros hemos sido tentados y seguiremos siendo tentados. Si Jesús utilizó la Palabra de Dios de arma contra el Diablo, es una buena indicación que nosotros debemos utilizarla también. En Mateo 4:1-11, vemos tres veces que Jesús luchó en contra de Su tentador con la Palabra: «Escrito está: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’…También está escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’…¡Vete Satanás! Porque escrito está: ‘Al Señor tu Dios adorarás y a el solo servirás.’», «¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros» (Romanos 8:34). «Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de Él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos» (Hebreos 7:25). ¿Se te ocurre quizás que toda oración que Jesús ora por nosotros es la voluntad perfecta de Dios para con nosotros?

 

  1. Su Palabra es Su voluntad: Aprender a orar la Escritura nos enseña a orar según Su voluntad. Segundo de Timoteo 3:16-17: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.»

 

    La Escritura nos enseña a conocer y a cumplir la voluntad de Dios: La pregunta número uno que nos preguntan es, «¿Cómo sé que estoy orando dentro de la voluntad de Dios?» La gente hace esta pregunta por el pasaje en 1 Juan 5:14-15 que declara, « Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme á su voluntad, él nos oye.15  Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que demandáremos, sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado..» ¡La mejor manera de conocer la voluntad de Dios es para que Dios nos revele Su voluntad! Aquí hay dos temas:

 

    La voluntad de Dios para Su Reino (saber lo que está dentro del corazón de Dios): ¿Qué hay dentro del corazón de Dios? Jesús siempre lo ha sabido, así que debemos llevarnos la instrucción que proviene de Él en cuanto a esto: «Porque he descendido del cielo no para hacer mi voluntad, mas  la voluntad del que me envió» (Juan 6:38). « Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras. » (Juan 14:10). Si Jesús sabe que todo lo que Él hace y dice es la voluntad de Dios, entonces todo lo que ora es también la voluntad de Dios. Si nuestro trabajo es ser como Jesús y obedecerle, entonces es imperativo que intercedamos como Él. ¡Necesitamos descubrir la voluntad de Dios por medio de Su Palabra revelada y orarla por el amor a Su reino!

Aquí hay unas pocas cosas que están dentro del corazón de Dios:

  1. Él quiere que nos amemos los unos a los otros (Juan 13:34-35);
  2. Él quiere que TODOS se salven y que lleguen a conocer la verdad (1 Timoteo 2:1-4);
  3. Él quiere que pidamos que se envien más obreros a Su campo de cosecha (Mateo 9:37-38);
  4. Él quiere unidad en el cuerpo de Cristo (Juan 17:20-26).

A medida que oras estas Escrituras, sabe que son la voluntad de Dios para ti, y que Él quiere que le obedezcas en respuesta a las oraciones que oras.

 

La voluntad de Dios para mí y mi lugar en Su Reino:

  • 1 Tesalonicenses 5:16-17: «Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar..»
  • Filipenses 2:13: «Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.»
  • Isaías 30:21: « Entonces tus oídos oirán á tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis á la mano derecha, ni tampoco torzáis á la mano izquierda.’»
  • Isaías 48:17: «Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que andas.’» ¿Debiéramos tener duda alguna en cuanto Él esté en control? ¡Él lo hace tan claro!

Sabiendo esto, ¿Cómo podemos preguntarle a Dios acerca de Su voluntad para nosotros? Oración: Padre lleno de gracia, enséñame Tu camino para que yo ande en Tu verdad (Salmo 86:11). Que Tu Palabra sea una lámpara a mis pies y una luz en mi sendero (Salmo 119:105). Ayúdame a no conformarme más al molde de este mundo, pero por favor transfórmame mediante la renovación de mi mente para que yo pueda probar y aprobar Tu voluntad buena, placentera y perfecta para mi vida (Romanos 12:2).

 

    A la medida que somos fieles para escuchar Su voz, y ser obedientes a Su voluntad, Él nos revelará más y más de Sus planes y Sus propósitos a nosotros.

 

 

  1. La Palabra de Dios nos permite orar las bendiciones y los propósitos de Dios para nosotros mismos y para otros: Ejemplo: Un pasaje de Escritura que he orado para mis hijos es de 1 Timoteo 4:12: Padre, que nadie menosprecie a mi hijo por ser joven, al contrario, ayúdale a dar un ejemplo para los creyentes (y los no creyentes)en su habla, en su vida, en su amor, en su fe y en su pureza. Otra manera poderosa de orar la voluntad de Dios para otros es de bendecirlos. Una que he utilizado con mi familia es la bendición bella de Números 6:24-26. A la siga hay algunos ejemplos adicionales que se puedan orar sobre personas, congregaciones, vecindarios, compañeros de trabajo, compañeros de clase, etc.

 

BENDICIONES:

    «Y el Señor enderece vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo.» (2 Tesalonicenses 3:5).

    «Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.» (2 Tesalonicenses 3:16).

    «Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.» (Romanos 15:13).

    «Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes» (2 Corintios 13:14).    

    «Y el mismo Señor nuestro Jesucristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amó, y nos dió consolación eterna, y buena esperanza por gracia, 17 Consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra. » (2 Tesalonicenses 2:16-17).

 

    ¿Comprendes como cientos de Escrituras se pueden aplicar a personas y situaciones a la manera que intercedes?

 

  1. Orar la Escritura es un ejemplo de la Iglesia primitiva: ¡Lee Hechos 4:23-31 para un gran ejemplo de una reunión de oración que se enfocó en la Palabra de Dios! En común se dirigieron a Dios utilizando Salmo 2, y Él se agradó tanto que: «Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza. » (Hechos 4:31). La audacia increíble de estos cristianos primitivos es sorprendente, particularmente porque ¡todos eran creyentes nuevos a cierto modo! ¿Se tiembla tu casa cuando ora tu familia?

 

  1. Orar la Escritura nos da confianza y poder en nuestra oración: «i estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho. » (Juan 15:7). Cuando oras Escritura, puedes asegurarte y saber que ¡es poderoso! «Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. » (Mateo 21:22). Me es mucho más fácil creer en la Palabra de Dios mientras oro en vez de depender totalmente de lo que hay en mi corazón, lo cual a veces puede ser egoísta y no enfocado en los planes y los propósitos de Dios. ¡Ésta es una razón excelente porque debemos memorizar Escritura en nuestras familias! Saber bien Su Palabra nos mejorará nuestras vidas de oración, y nos ayudará a creer que tenemos lo que le pedimos a Él (1 Juan 5:14-15).

 

  1. La Palabra de Dios nos provee un vocabulario bello, lleno, y suntuoso de oración: Ejemplo: Ora Salmo 145 de vuelta al Señor. Mientras lo haces, ¡enfoca todas las palabras de vuelta a Él como una oración de adoración! Entonces, a la medida que oras por este Salmo y otros, escribe las palabras y las frases que hablan de Dios y de su carácter para ayudarte a tener formas para describirlo a Él para que tus oraciones no se marchiten de la repetición. Ahora que tienes este ejemplo de los Salmos, lee otros libros de la Biblia y haz lo mismo.

 

  1. La Palabra de Dios nos ayuda a mantener nuestras vidas de oración frescas y estimuladas: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.» (Hebreos 4:12). ¿Has experimentado estaciones secas en tu vida de oración? ¿Has luchado para econtrar maneras de enseñar a tus hijos a orar? ¡Aplicando el vocabulario de Escritura a tu vida de oración la avivará! Orar la Palabra de Dios capturará tu corazón y los corazones de tus hijos para que ellos siempre puedan estar conectados a la Vid que es Jesucristo (Juan 15:7).

 

    Los planes perfectos de Dios, Sus propósitos y Su voluntad para tu vida y para las vidas de tus miembros familiares se contienen en las páginas de Su Palabra asombroso. En cuanto pasas tiempo leyendo la Biblia devocionalmente y/o para estudio bíblico, dedica tiempo para orar por lo que acabas de leer y pídele al Señor que te ayude a ser obediente a Su voluntad. La oración es la componente que da vida a la Palabra. Es la actividad divina dentro de la cual podemos interactuar con el Dios Santo de Israel, nuestro Abba Padre. Cualquier cosa que el Espíritu Santo te quiera revelar mientras pasas tiempo escuchando la voz de Dios siempre se puede confirmar en la Biblia. Si no fuera así, entonces, lo que escuchas no es del Señor.     

 

Aquí hay algunas razones adicionales porque el orar la Escritura puede empoderar sus vidas de oración individualmente y corporativamente como familia. En cuanto ganes entendimiento y comiences a incorporar la Palabra dentro de tus oraciones, orarás con mayor osadía y eficacia de lo que hubieras pensado o hubieras imaginado, porque estarás intercediendo dentro de la voluntad buena, agradable y perfecta de Dios (Rom. 12:2).

 

ORAR LA ESCRITURA ES PODEROSO PORQUE:

 

  1. La Palabra de Dios es sin falta: «Las palabras de Jehová, palabras limpias; Plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces. l» (Salmo 12:6). «Dios, perfecto su camino: Es acendrada la palabra de Jehová: Escudo es á todos los que en él esperan» (Salmo 18:30). Al orarle la Palabra de Dios a Él ¡puedes siempre tener la confianza de saber que estás orando algo que está dentro de Su voluntad perfecta! ¡No hay errores en Su Palabra! Esta es una cosa vital para enseñar a tu familia, porque los niños deben aprender que la Palabra de Dios es completamente confiable.

 

  1. La Palabra de Dios permanece para siempre: «El cielo y la tierra pasarán; mas mis palabras no pasarán. » (Lucas 21:33). «…pero la palabra del Señor permanece para siempre» (1 Pedro 1:25). «ara siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos» (Salmo 119:89). Nada puede destruir ni disminuir la Palabra. ¡Jesús, la Palabra de Dios, es eterno! Continuamente entrena a tus hijos a confiar que Su palabra será lo mismo ayer, hoy y para siempre. Nada debe ser agregado o ser quitado de Su palabra. Su Palabra es eterna.

 

  1. Orando la Palabra de Dios nos ayuda a desarrollar una relación más íntima con Él y un deseo de conocerlo mejor: Ejemplo: Lee Salmo 63:1-8. ¿Cuándo fue la última vez que añorabas a Dios de esta manera? ¿Acaso no desarrolla un hambre y una sed para Él en tu espíritu? Al orar por la Palabra de Dios, Él aumentará tu deseo de conocerlo más al fondo y más intenso que nunca. Si tus hijos se apasionan con las cosas mundanas, orando la Escritura les ayudará a comenzar a añorar lo que es espiritual en lugar de ello, a la manera que el Espíritu Santo obre en sus corazones. Cuando nos transformamos en familias apasionadas con Jesús, las cosas del mundo se vuelven menos importantes.

 

  1. Su Palabra nos recuerda a mantenernos enfocado en Él en oración: «Por tanto á ti, oh Jehová Señor, miran mis ojos…» (Salmos 141:8a). Josafat dijo, «¡no sabemos lo que hemos de hacer, mas á ti volvemos nuestros ojos!» (2 Cron. 20:12c). En los tiempos buenos o los malos, necesitamos fijar nuestros ojos y estar enfocados en el Señor. A veces intentamos arreglar las cosas a nuestra manera que no andan bien según lo que pensamos. Cuando lo hacemos, estamos obrando en nuestra carne propia, y muchas veces empeoramos la situación, o fallamos en nuestros intentos de dar vuelta a las cosas. Aprende como familia a llevarle todo al Señor en oración, pidiéndole que se haga cargo y que obre en el medio de cualquier situación en la que te encuentres. Asegúrate que la oración sea siempre tu primera respuesta y que no sea el último recurso.

 

  1. Orando la Palabra nos da la autoridad de enfrentar el enemigo: La Palabra es la única pieza ofensiva de la armadura de Dios (Efesios 6:10-18). ¿Recuerda cómo Jesús fue a batallar en contra de Satanás en el desierto usando la Palabra? ¡También lo puedes hacer! «Por medio de ti sacudiremos á nuestros enemigos: En tu nombre atropellaremos á nuestros adversarios.» (Salmo 44:5). Lee 1 Juan 2:14 también. Satanás sabe que la oración lo derrota, entonces él trata de desgastar nuestra confianza en la capacidad de Dios de contestar a nuestras oraciones. ¡Enseña a tus hijos la importancia y el poder del nombre de Jesús!

 

  1. Orando la Palabra de Dios y oyéndola orarse, edifica nuestra fe en la capacidad de Dios de oír y contestar: «Luego la fe es por el oir; y el oir por la palabra de Dios. (Rom. 10:17). Aquí hay un buen ejemplo: «La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará» (Santiago 5:15). Cuando oímos la Palabra de Cristo, edifica nuestra fe. Cuando oramos la Palabra de Cristo, demuestra nuestra fe en lo que Él hará.

 

  1. Orando la Palabra de Dios permite que el Espíritu Santo obre en nosotros y por nosotros: « Y tomad el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios» (Efesios 6:17). «Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho» (Juan 14:26). Entrena a tu familia a saber que el Espíritu Santo es nuestro Maestro divino. Sabe todo acerca de la mente y el corazón de Dios, y nos quiere enseñar estas cosas a nosotros, si estamos dispuestos a tomar el tiempo para escuchar.

 

  1. Orando la Palabra de Dios nos protege del pecado: «En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti » (Salmo 119:11). Esto nos muestra la importancia del aprendizaje de memoria – podemos utilizar la Escritura en nuestras vidas de oración sin importar donde estemos si la Palabra esté atesorado en nuestros corazones. Entrena a tus hijos en esta disciplina vital para que estén mejor preparados para enfrentar el comportamiento pecaminoso.

 

  1. ¡Orando la Palabra nos ayuda a orar sobre nuestra propia obediencia a la Palabra! Nos da nuestra instrucción y dirección diariamente. «Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino. » (Salmo 119:33-37). «Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos. » (Santiago 1:22). ¿Oras después de escuchar un mensaje poderoso de la Palabra o después de leer la Palabra, o mientras la lees? ¡Debemos estarle pidiendo a Dios que nos transforme Su Palabra en vida en nosotros y por nosotros!

 

  1. Orando la Palabra nos ayuda a pararnos en el cimiento firme: «Todo aquel que viene á mí, y oye mis palabras, y las hace, os enseñaré á quién es semejante: Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña; y cuando vino una avenida, el río dió con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear: porque estaba fundada sobre la peña. » (Lucas 6:47-48). ¿Están los pies de tus hijos parados firmes sobre la Roca? ¡Orando la Palabra de Dios ayudará a construir ese cimiento!

 

  1. Su Palabra SIEMPRE logrará lo que Él desea: «Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá á mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. » (Isa. 55:11). Es importante entrenar a nuestras familias a entender que debemos orar siempre para que se haga la voluntad del Señor en la tierra en vez de que se haga nuestra propia voluntad egoísta en el cielo.

 

  1. Las promesas de Su Palabra nos animan y nos edifican: «...no te dejaré ni te desampararé» (Josué 1:5). «‘Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, é iréis y oraréis á mí, y yo os oiré: Y me buscaréis y hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.’» (Jer. 29:11-13). ¡Ayuda a tu familia a aprender cómo encontrar las promesas maravillosas de Dios y luego óralas para sus vidas!

 

  1. ¡Orando la Palabra de Dios es poderoso porque es la VERDAD! Jesús oró por todos los creyentes en Juan 17:17, «Santifícalos en tu verdad; tu palabra es la verdad.» «Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará » (Juan 8:31-32). «Porque recta es la palabra de Jehová, Y toda su obra con verdad hecha.» (Salmos 33:4). «En el cual esperasteis también vosotros en oyendo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salud: en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa » (Efesios 1:13). Hay generaciones de creyentes vivas hoy quienes no abrazan la verdad absoluta. Orando la Escritura les ayudará a tus hijos a conocer esta verdad. Señor, eres derecho y verdadero y eres fiel en todo lo que haces.

 

  1. Le agrada al corazón de Dios responder a las oraciones que le agradan, y sabemos que Su Palabra le es placentera: «Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; Y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. » (1 Juan 3:21-22). En cuanto orando la Palabra llegue a ocupar la mayor parte de lo que son como familia, tus hijos aprenderán que su obediencia a la Palabra le es importante al Padre.

 

  1. La audacia de orar la Palabra nos fortaleza el testimonio hacia los no creyentes: «Porque esta es la voluntad de Dios; que haciendo bien, hagáis callara la ignorancia de los hombres vanos » (I Pedro 2:15). En cuanto tu familia comience a orar oraciones audaces de la Palabra de Dios y Él comience a contestar, aquellos que dudan o están inseguros de quién es Jesús, tendrán que considerarlo otra vez.

 

  1. La Palabra de Dios nos enseña a alabarle como el Creador de todas las cosas: «Porque todo lo que Dios crió es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con hacimiento de gracias:5 Porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. » (1 Tim. 4:4-5). «Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el espíritu de su boca.» (Salmos 33:6). ¡Lee 1 Crónicas 16:23-36! ¡Dios ha creado aún el lenguaje de nuestra alabanza!

 

  1. ¡Debemos orar la Escritura PARA QUE Dios sea honrado y glorificado! «Esta enfermedad no es para muerte, mas por gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. » (Juan 11:4). Dios recibió la Gloria cuando Lázaro se resucitó de la muerte. « Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.» (Juan 14:13). «Alábente, oh Jehová, todas tus obras; Y tus santos te bendigan. 11 La gloria de tu reino digan, Y hablen de tu fortaleza; 12 Para notificar á los hijos de los hombre sus valentías, Y la gloria de la magnificencia de su reino. » (Salmos 145:10-12). Cuando sea que oras Escritura, ¡le llevas la gloria y el honor al Padre!

Al modo que tu familia estudia la Palabra y crece unidos en el Señor, descubrirás muchas razones más para orar la Escritura. Escríbanlas y aplíquelas a sus vidas. ¡Asegúrate de enforzar estos principios con tus hijos! Sé ejemplo para otros ocupando estos principios. ¿Cómo será cuando cada oración hecha en tu hogar se ore dentro de la voluntad buena, agradable y perfecta (Rom. 12:2) de Dios? Quizás verás a familias, iglesias, comunidades, y naciones completamente transformadas.

 

    Un recuerdo – cuando oran la voluntad de Dios para sus vidas y para otros, ¡estén preparados para ser sumisos y obedientes en el caso de que Él les pidiera que fueran la respuesta a las oraciones que oran!